¿Alguna vez te has parado a pensar cómo sería la vida sin música? Haciéndonos esta misma pregunta nos dimos cuenta de que poco sentido tendrían los días sin el ritmo y la alegría que nos regalan nuestras canciones favoritas.
La música desempeña un papel importante en la manifestación de emociones positivas y así lo dice el gran músico Stephan Koelsch:
Somos criaturas musicales de forma innata desde lo más profundo de nuestra naturaleza.
A sabiendas de la enorme capacidad que tiene la música de ayudarnos a cambiar nuestro estado de ánimo, una amiga e hija de una residente de Usera nos propuso traer a Jimmy y Jorge. Los integrantes de Planeta Rumba iban a ser la banda sonora de una tarde en la antesala del verano salmantino. ¡Cómo rechazar tal regalo para nuestros oídos -y nuestra corteza auditiva primaria-!
Como marca la tradición universitaria, el jueves fue el día elegido para el festejo, y es que en Usera tenemos mucha energía cuando hablamos de celebraciones. Los Chunguitos, Peré, Los Chichos o los Gipsy King nos hicieron disfrutar de tiempos placenteros, invitándonos a recordar hechos del pasado que hicieron fluir emociones colectivas.
Y qué momentos tan emotivos, cuando algunos residentes se arrancaron «por bulería» a palmear cual Camarón de la Isla o a levantarse de su silla de ruedas y decir a una trabajadora, ¿bailamos?, a pesar de las limitaciones que la salud les impone. Ahora es más fácil entender por qué tuvimos que colgar el cartel de «sillas agotadas».
Te esperamos en el próximo concierto, ¡estás invitad@!
Cuando el cuerpo baila, la mente olvida.